Han pasado algunos días desde que Ozzy y la alineación (casi) original de Black Sabbath pasaran por nuestras tierras y aún sigo pensando en aquello.
"Son los papis, son los papis" decía un agitado fanático a mi lado esa noche. Probablemente ese pensamiento, de que son los "padres del metal", era compartido por casi todas las 50 mil personas que esa noche llegaron al Monumental.
Es por eso, que fue inevitable preguntarme ¿por qué Sabbath tiene esa etiqueta de "padres"? ¿qué hicieron?
Mientras buscaba la explicación al verlos tocar, la guitarra de Tony Iommy amenazó varias veces con derrumbar el estadio, aquellos riffs parecían sacados del mismísimo infierno.
Y claro, una respuesta simple puede ser: "lo hicieron antes que todos", o sea, sólo ser el primero les da la categoría. Puede ser, pero sería muy simplón.
Aquella noche de metal me convencí de que Black Sabbath en su momento fue tremendamente original. En sus inicios, los riffs eran como los de Led Zeppelin pero con otro color, con otra tonalidad. Una ola oscura acompañada de riffs, cambios de tempo y cortes Zepelianos terminaron por abrir otra vertiente de rock duro. Extrapolaron el hard rock y abrieron el metal. Sabbath miró a los Zeppelin, los imitó e hizo una reinvención. Riffs duros, pero no bailables, sino que infernales. Y vaya que sabe Iommy de aquello.
Aunque es probable que ambos se hayan mirado en paralelo con disimulo y respeto.
Y así es como se crean los géneros de rock. Tomas algo de acá, otras cosas de otro lado y lo metes en la liquadora. El grunge tomó riffs punks, acordes folk y melodías pop e hizo un género. Sin duda, a eso súmele el estilo propio ligado a la pinta: en los Sabbath la vestimenta negra y las cruces y obtiene el género completo.
Además, desde su homónimo disco debut (1970) hasta 13 (2013) han sido consecuentes con variaciones musicales y sonoras más o menos en línea. Tremendo esfuerzo, si se toma en cuenta los constantes movimientos de músicos que tuvo Sabbath desde el despido de Ozzy en 1979.
De esta forma, no queda duda que los creadores de Paranoid tienen el respeto que se merecen por haber contribuido buena parte a la historia del rock.