Lo tenían
todo. Un vocalista afinado y sexy, mucha onda, y músicos de impecable ejecución. Perfectamente
pudieron ser la gran banda de la década del 00 y continuar los legados de Faith
no More o de Rage Against the Machine. Ser los Nirvana de la nueva era. Pero se
les perdió el rumbo.
Cuando el
agro metal se apoderó de la escena, Incubus ofrecía una frescura distinta. Eran
californianos y traían una mezcla musical arrasadora. Las guitarras saturadas y
disonantes de Mike Eizinger, los slaps de Alex Katunich (primer bajista), los
colchones rítmicos de José Pasillas eran la base perfecta para que el joven
Brandon Boyd luciera toda su calidad vocal generando el respeto incluso de los
roqueros más rudos.
Esto quedó
demostrado en el buen álbum S.C.I.E.N.C.E. de 1997. Momento por cierto en el
que el mundo musical necesitaba un recambio luego que el grunge estuviera
cediendo espacio y el post grunge nunca encendiera demasiado.
No sólo
eso. Venían sostenidos por toda una ola nueva de jóvenes rockeros deseosos de
apoderarse de quienes quedaron huérfanos de Cobain y compañía. Korn, Limp
Bizkit, Sugar Ray, Coal Chamber, entre otros, formaron parte de esa movida que
recogía los postulados de Faint no More.
De pronto,
todo pareció tomar un inesperado giro. Brandon, de gritar fuerte y alto pasó a
cantar baladas. Las guitarras, de crujir rudo pasaron a tocar acordes desnudos.
Dj Kilmore de hacer rítmicos scracht pasó a tocar unas lentas y simples
melodías de teclado y los slaps… ya no hubo más slaps. De hecho, tras grabar
Morning View, Alex Katunich es reemplazado por Ben Kenney. Reemplazado por
“diferencias musicales”, por cierto. Probablemente Katunich vio hacia dónde iba
la banda y no le gustó. Quién sabe…
¿No me cree aún? compare en You tube el álbum S.C.I.E.N.C.E. o incluso el Make Your Self con
el If Not Now, When? de 2010. Son dos bandas absolutamente distintas.
Es probable
que la respuesta sean varias: El mercado, el cambio de público, el ego de la
banda o asegurar el futuro. No podemos saberlo. Lo cierto es que Incubus pasó
de ser una banda rocker a una agrupación de músicos melosos gustosos del
aplauso fácil. De ser Faith no More pasaron a ser Colplay (con respeto a
Coldplay, ellos siempre han seguido su línea).
Hace un par
de días Incubus tocó en Chile por tercera vez. Aplausos y besos para Brandon
caían desde la gradería. De rock, siendo generoso, muy poco.